Contraste de lágrimas, de alegría y de abatimiento, en la Bahía de Cádiz 'futbolera'

El fútbol es así. Vaya domingo este 15 de junio. La Bahía de Cádiz vivió el contraste en apenas unos kilómetros cuadrados. Mientras en la capital –y en casi toda la provincia- se sufría la desolación de un descenso casi anunciado –vista la triste temporada-, pero impensable, sobre todo si en el minuto 95 te pitan un penalti a favor –y lo falla el que menos se lo merecía, Abraham Paz-, en la vecina San Fernando se cantaban tres goles que a la postre aúpan al equipo azulino, merecidamente, a Segunda B; y en Jerez se confirmaba la salvación de los xerecistas con una victoria por la mínima. Lágrimas de alegría, de satisfacción, del deber cumplido… y lágrimas de impotencia, de rabia, de vergüenza, de dolor. Este Cádiz cae al pozo, por los méritos propios de una plantilla sin casi gaditanos hecha para subir a Primera –donde seguirá estando la afición-, pero en la práctica y en la realidad, de Segunda B.
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