El jueves, las horas previas al pistoletazo de salida de la campaña electoral oficial pusieron a la ciudad de Cádiz en el epicentro mediático, ya que tanto el PP nacional y regional elegían la capital para darse un baño de masas, con la visita de sus líderes en Madrid y Sevilla, Mariano Rajoy y Javier Arenas, respectivamente; mientras los socialistas andaluces se arropaban de su candidato a la Junta, Manuel Chaves, junto con el cabeza de lista por Cádiz al Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba. Unos y otros programaron dos actos muy distintos. Los populares buscaron el efecto de abarrotar el Pabellón Fernando Portillo, y mover al unísono miles de banderitas, mientras los socialistas quedaban prácticamente en familia –una familia amplia- en el Hotel Atlántico, sin banderas pero con aperitivo. Comenzó oficialmente la caza de votos de cara al 9-M. Tiempo para prometer y acusar al contrario, un poco más si cabe…
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