Pinchitos
Hay tres cosas que estos días no me dejan dormir la siesta. Es que tengo el sueño muy ligero... o muy mala conciencia, no sé… o es que hace calor. Suele pasar en verano. Empiezo por lo importante, las últimamente controvertidas barbacoas del Carranza. Se ve que de record Guiness han pasado a ser un problema (de higiene y chabacanería) que naide sabe cómo prohibir, porque naide quiere quedar como el sieso de la película. Y es que, recordemos, el Ayuntamiento de Cádiz no sólo es “impulsor” del Segundo Puente, también lo es de la masificación de esta fiesta que, dicen, surgió hace unos años de forma espontánea. Lo normal. Aunque a partir de las históricas fotos de parcelitas a pie de playa con mueble bar y sofá de eskay, alguno en San Juan de Dios se ha arrepentido ya de tanto impulso, y este año se ha pasado al discurso de “por favor, traerse los pinchitos cocinados de casa en el tapper y el carbón dejárselo a los niños malos”. Una barbacoa sin barbacoas, mientras algún periódico va por ahí dando gritos y regalando pinzas y hasta guantes anticalóricos, cuidado. Y el pepitogrillo de Costas, recordando cada vez que puede la de bacterias que se acumulan en la arena, unas pocas más que en los danones, después de una noche con 200.000 personas comiendo, bebiendo, cantando, bailando, meando… y lo que surja, a la luz de la luna. Vamos, que no duermo con el tema, que no sé si ponerme la antitetánica, o hacerme vegetariano y abstemio. O quizá me quede a ver la fiesta popular en el Onda Cádi, es lo suyo, así tendré una visión filtrada de las barbacoas, nada de meadas comunitarias en la orilla. La tele como yo la quiero: la alcaldesa friendo unos choricitos, la alcaldesa encendiendo los fuegos artificiales, la alcaldesa bailando el último éxito de George Dam y la alcaldesa barriendo a las siete de la mañana… y si sigo despierto, quizá me quede a ver un rato el programa del integrista Federico Jiménez Losantos, un personaje que tiene que estar en toda televisión plural que se precie, que se subvenciona con dinerito de todos. La tele como tú la quieres. Dicen por ahí los informes que Onda Cádi es poco imparcial… y claro, el Gobierno local, con la cara colorada, se ha enfadado y se ha puesto a señalar al Canal Sú (con lo feo que está eso de señalar) y a decir que ni que fuera nuevo lo de utilizar una televisión pública de forma partidista. Si tú lo haces, yo también. Culo veo, culo quiero. Y por supuesto, mi culo es más grande, que yo tengo al Jiménez Losantos, para que no duden de qué pie cojeo… Qué triste. Al parecer con la inyección de publicidad institucional no se puede tener controlado a todos los medios privados. Casi, pero no. Y el último asuntillo que me tiene en un sinvivir es mi Mancomunidad, un ente supramunicipal que sigue sirviendo de poco, y que encima, ahora, PP y PA (dos partidos muy unidos tras las elecciones) quieren boicotear. Suena normal que se peleen por una alcaldía, por la presidencia de Diputación, pero ¿por la presidencia de la Mancomunidad? ¿Quién quiere ser presidente de su comunidad, si cada uno en su casa hace lo que quiere? Esto cada día se parece más a ‘Aquí no hay quien viva’... un poquito de porfavó. Me voy a tomar un somnífero o algo...
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